- XXVIII -
|
| Cuando entre la sombra oscura | | | | perdida una voz murmura | | | | turbando su triste calma, | | | | si en el fondo de mi alma | | | | la oigo dulce resonar, | | | | dime: ¿es que el viento en sus giros | | | | se queja, o que tus suspiros | | | | me hablan de amor al pasar? | | |
|
| Cuando el sol en mi ventana | | | | rojo brilla a la mañana | | | | y mi amor tu sombra evoca, | | | | si en mi boca de otra boca | | | | sentir creo la impresión, | | | | dime: ¿es que ciego deliro, | | | | o que un beso en un suspiro | | | | me envía tu corazón? | | |
|
| Si en el luminoso día | | | | y en la alta noche sombría; | | | | si en todo cuanto rodea | | | | al alma que te desea | | | | te creo sentir y ver, | | | | dime: ¿es que toco y respiro | | | | soñando, o que en un suspiro | | | | me das tu aliento a beber? |
|
Magnifica poesia, me ha encantado el penultima estrofa "a mi labio una frase de perdon". Me quedo por aqui si me lo permites...
ResponderEliminarbesotes de esta peke.
pd. te espero por mi rincon con tu taza de cafe, siempre que quieras...
buen poema,. sisi.
ResponderEliminarXXXIV
ResponderEliminarCruza callada y son sus movimientos
silenciosa armonía;
suenan sus pasos, y al sonar recuerdan
del himno alado la cadencia rítmica.
Los entreabre, aquellos ojos
tan claros como el día,
y la tierra y el cielo, cuando abarcan,
arden con nueva luz en sus pupilas.
Ríe, y su carcajada tiene notas
del agua fugitiva;
llora, y es cada lágrima un poema
de ternura infinita.
Ella tiene la luz, tiene el perfume,
el color y la línea,
la forma, engendradora de deseos,
la expresión, fuente eterna de poesía.
¿Que es estúpida?... ¡Bah!, mientras, callando
guarde obscuro el enigma,
siempre valdrá, a mi ver, lo que ella calla
más que lo que cualquiera otra me lo diga.
[Gustavo Adolfo Bécquer]