Cuando era pequeñita...II

(Esto es para Cristina,aquella profesora que nos encantaba a todos,con quien hicimos grandes debates,y a quien le escribí esto con catorce años para demostrarle que los amigos no se olvidan,seguimos juntos*.A ti tampoco te olvidaré.El mejor apoyo incluso cuando dejaste de darme clase...)

Lo único que quiero es haceros comprender

la fuerza de la amistad verdadera.

Todos sabemos cuál es,aunque incapaces de demostrarla nos vemos.

Natural en mí y,en general,en todos.

Palabras de mejores amigos no bastan para ello.

Cada mañana,cada tarde e,incluso cada noche

existen millones de situaciones,

comprometidas para unos,divertidas para otros.

Para mí bastante más que comprometidas

ante mi falta de expresión conocida.

¿Os habéis parado a pensar?

¿a escuchar el río pasar?¿a entender el piar de los pájaros?

¿a comprender pequeños e inocurrentes gestos

de los más apreciados seres vivos?

Humanos por aquí,humanos por allá,

todos máquinas sin emotividad ni expresividad en sus largas caras.

Cada madrugada verlos corriendo,empujando y gritando;

pero ninguno,sonriendo.

Preocupados por no llegar tarde a esa inmensa rutina

que infelices les hace y les priva de los mejores sueños de la vida.

Mala costumbre de vida está sucediendo a nuestros alrededores,

y mala costumbre nos haréis llevar.

Pero no me importa,porque sé contentarme con aquello que negáis,

pues si se tiene fuerza de voluntad,jamás los amigos se perderán.

Aunque pocas fiestas alocadas hemos pasado,

sé que mejores quedan por llegar.

Contigo,si te unes,arrepentirte no podrás

porque para eso están los amigos y las gentes del lugar.

No dudes en llamarles que sin duda acudirán,

esas reuniones secretas,esas conversaciones imprevistas,

que a más de uno con la boca abierta les dejó

y con una sonrisa de oreja a oreja les conquistó.

También están esas preguntas famosas

que la cara sonrojada os dejan.

Locura inconfundible cuando se estalla de felicidad,

cosa que solamente esas personas peculiares lo conseguirán,

aquellas que cuando algo malo sucede,no importa cuando,

allí están,sin decirles nada entre la multitud aparecen.

En los peores momentos saben tener corazón,

y a un lado de ti con una sonrisa te hacen olvidar todo ese dolor.

Segura estoy de ello,nunca pierdes amigos si tú no quieres.

Pero no los hagas enfadar

pues su amistad es lo único que te queda para la eternidad,

y si lo haces,cuando te des cuenta de la verdad,

que incapaces de mentirte son,

destrozada felicidad se apoderará de tu vida,

con eso no podrás.

La vida sin amigos no existe,sólo la soledad

dentro de una cárcel rutinal.